UN CLUB CON IDENTIDAD CABALLA

Hace mucho tiempo, concretamente el 2 de mayo de 1956, un grupo de ceutíes encabezados por D. Salvador Fossati Ruiz se reunían en la calle espino, 16 y estimulados por su pasión por el mar crearon el Club de Actividades Submarinas de Ceuta (actualmente Club Náutico CAS), una vez que se aprobaron sus estatutos por la autoridad competente en el mes de noviembre de ese mismo años quedó oficialmente constituido el Club.

Repasando la extensa historia del Club en sus 54 años de existencia vemos que ha pasado por los numerosos hitos que ha planteado el paso del tiempo, los primeros fueron ilusiónantes, primeros cursos de buceo, primeros equipos, primeras embarcaciones, “primera sede social situada al lado del mar”, otros no tanto, pero el desarrollo de la sociedad y de Ceuta requerían sacrificios y el CAS como buen hijo de esta tierra no puso reparo alguno ante el bien de la ciudad.

En primer lugar, se revertió a la Autoridad Portuaria una concesión de 7.000 m2 por otra de tan solo 725 m2 para hacer posible la construcción del puerto deportivo, posteriormente y para facilitar las obras, durante un periodo de varios años abandonó prácticamente su sede social y sus instalaciones para asentarse en el muelle Alfau, donde sus socios soportaron estoicamente numerosas incomodidades y sufrieron sobre sus embarcaciones el envite de los temporales ya que los fondeos carecían de suficiente protección ante los vientos.

Posteriormente, la ciudad apremiada por el incremento incesante del tráfico necesitó desdoblar el paseo de las Palmeras y también optó por poner en valor el Baluarte de los Mallorquines para lo que era necesario “sacrificar” la sede social del Club Náutico CAS, para lo que se firmó un convenio en el que se concretaba la construcción de una nueva sede social, convenio que el Club firmó sin exigencias de ningún tipo.

En todos estos hitos que han marcado la historia del Club Náutico CAS las autoridades y el pueblo de Ceuta han contado siempre con la colaboración entusiasta del mismo y aunque ante la visión de nuestra nueva sede social se pudiera pensar que hemos salido beneficiados no hay nada más alejado de la realidad.

Independientemente de que la anterior sede estuviera mejor situada y tuviera mayor tamaño, lo más importante que disponía y que ahora carecemos era el acceso directo al mar.

Resulta paradójico que unas instalaciones de un Club Náutico situada junto al mar carezca de la posibilidad de acceder directamente al mismo, pero es exactamente la situación del CAS, además esta situación lejos de solucionarse está empeorando, por un lado a pesar de estar contemplando la ley no se nos concede directamente una mínima porción de terreno portuario que posibilite nuestra anhelada salida al mar, sino que (si no se remedia) nos veremos obligados a competir económicamente con una sociedad mercantil y por otro (también si no se remedia) nos van a cerrar la única rampa que posibilita nuestras actividades deportivas.


Como se puede ver, nuestra situación no es muy esperanzadora, gestionar un Club Náutico cuya actividad se desarrolla en el mar sin disponer de la posibilidad de acceso al mismo es harto difícil y ante tanta desesperación acudimos a nuestros gobernantes y hasta ahora no estamos encontrando un mínimo de la generosidad que el Club hizo gala en las veces que las autoridades del momento le requirieron.

Seguramente, el trabajo altruista, desinteresado y sin ánimo de lucro ya no está de moda en la sociedad actual, por lo que las personas que lo realizan no gozan del reconocimiento que anteriormente encontraban en el pueblo y en sus gobernantes, pero no deja de embargarme una infinita tristeza el pensar que, a menos que lo remediemos, el CAS seguirá los pasos de la Unión de África Ceutí, del Centro Hijos de Ceuta y de tantas asociaciones que si bien no eran importantes en lo material se sentía muy importantes en los sentimientos y en el corazón de los caballas

SALUDOS DE LA JUNTA DIRECCTIVA DEL CLUB NAUTICO C.A.S..........
foto fuente el rincon del caballa